miércoles, 3 de marzo de 2010

Adolescente Histérica

No alcanzo a entender el ambiguo comportamiento de la Primera Dama respecto a la relación con los Estados Unidos.
Apenas asumió Obama, y hasta hoy, está como esas adolescentes que se enamoran perdidamente del chico más lindo del curso, y hace lo imposible para que la invite a salir. Se maquilla, se pone linda, quiere relucir en las fiestas para que él al menos le dedique una sonrisa.
Pero parece que el chico lindo del cole, ni bola le da, prefiere a la gordita con acento chileno o al compañerito jodón que baila samba brasileira.
Entonces ella, despechada, grita su furia a los cuatro vientos, comenta a sus amiguitos que el chico lindo del curso no es tan lindo, ni tan simpático, ni tan inteligente. Hace que no se deslumbra, pero por detrás sigue apasionadamente alguna señal para que el chico lindo la lleve a pasear un día o la invite a un café. Cree que saliendo con el matón gordito de guayabera le va a ocasionar celos, pero el chico lindo ni la registra.
Ahora está como loca de felicidad, porque en abril hay otra reunión y ella piensa que finalmente el chico lindo le va a decir al menos "HOLA". Y ella estará en un estado orgásmico. Igual, para el chico lindo, ella es una más del pelotón sin un rol significativo en el curso, por más que se infle la cara con botox como el globito de Michelin.
Triste, muy triste.

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